Desconecta del gimnasio, tus hijos, la jefa, la dietas, las series, tu madre, el espejo, la sobreexigencia, él...Te mereces unas vacaciones. ¿Por qué no liberas tu mente de esas pequeñas "esclavitudes" cotidianas?
La búsqueda de la perfección nos condena. Es hora de redefinir la belleza y asumir que el valor de las personas no está en su físico. ¿Por qué nos cuesta tanto vernos bien?