Hay momentos en los que el ser humano se detiene a mirar de frente su propia existencia. A veces es una enfermedad, una pérdida, una crisis vital o simplemente una noche en vela. En ese instante, se abre una brecha silenciosa que da paso a preguntas profundas: ¿para qué todo esto? ¿Qué sentido tiene vivir si un día vamos a morir? ¿Estoy viviendo plenamente? Estas preguntas no son patológicas. Son humanas. Y cuando emergen con fuerza, pueden dar lugar a lo que conocemos como angustia existencial. Tomar conciencia de la finitud suele llevarnos a un despertar de la conciencia y, también, a sentir ansiedad. En este artículo vamos a hablar de qué hacemos en terapia para abordar la angustia existencial.
¿Terapia para abordar la angustia existencial?
Desde hace más de veinte años acompaño a personas en sus caminos de sufrimiento, búsqueda y transformación. Una de las experiencias más universales, y a la vez más silenciadas, es el miedo a la muerte. No siempre se nombra, pero está presente en muchas formas: ansiedad, insomnio, vacío, hiperactividad, adicciones, evitación de conversaciones profundas. Por eso quiero hablarte aquí sobre cómo abordamos, desde un enfoque integrador que incluye la psicoterapia existencial esta angustia radical y legítima.
¿Qué es la angustia existencial?
La angustia existencial es un tipo de sufrimiento que no proviene de un trauma específico ni de un conflicto puntual, sino de la propia condición humana. Es la sensación de vacío, absurdo o desorientación que surge cuando nos enfrentamos a las grandes verdades de la vida: la muerte inevitable, la libertad como responsabilidad, la soledad existencial y la búsqueda de sentido.
A diferencia de la ansiedad convencional, que suele tener un objeto identificable (una entrevista, un examen, un conflicto), la ansiedad existencial es más difusa, pero profundamente perturbadora. Se manifiesta con síntomas como:
- Sensación de vacío o falta de propósito
- Miedo a la muerte o a la pérdida
- Desconexión con uno mismo o con la vida
- Hiperactividad o evasión para no pensar
- Tristeza sin causa aparente
No se trata de un trastorno, sino de una reacción legítima ante la conciencia de finitud. Todos, en algún momento, la experimentamos. Pero cuando se vuelve crónica o paralizante, es necesario atenderla con un tratamiento psicológico de la angustia existencial adecuado.
Terapia para la angustia existencial: puntos clave
La terapia para la angustia existencial no busca eliminar la angustia como si fuera un síntoma que hay que erradicar. Más bien, invita a dialogar con ella, a escuchar lo que nos viene a decir, y a transformarla en una guía hacia una vida más auténtica.
Los puntos clave en este tipo de abordaje son:
1. Validación y normalización
Lo primero es comprender que la angustia existencial es un signo de lucidez, no de enfermedad. Validar estas inquietudes ayuda a disminuir la sensación de estar “loco” o “fuera de lugar”.
2. Crear un espacio para las grandes preguntas
Muchas personas no tienen con quién hablar de estos temas. En consulta, ofrecemos un espacio seguro para poner palabras al miedo a la muerte, a la soledad o al sinsentido. Nombrar, como de costumbre, es comenzar a sanar.
3. Acompañar el proceso emocional
La ansiedad ante la muerte puede generar pánico, evitación o disociación. La terapia ayuda a sostener el impacto emocional sin huir, permitiendo que la persona conecte con sus emociones y las atraviese.
4. Reforzar la identidad y el sentido
Parte del tratamiento psicológico de la angustia existencial implica ayudar a la persona a construir un sentido vital, más allá de las certezas religiosas o sociales. No se trata de imponer respuestas, sino de acompañar la búsqueda de una coherencia interna.
5. Conectar con los valores y el legado
Cuando nos enfrentamos al fin, cobra importancia lo que dejamos. ¿Qué huella quiero dejar? ¿Cómo quiero vivir el tiempo que me queda? Estas preguntas conectan a la persona con sus valores y motivaciones más profundas.
El modelo de psicoterapia existencial de Irvin D. Yalom
El psiquiatra existencial Irvin Yalom propuso un modelo terapéutico que parte de cuatro verdades fundamentales o "preocupaciones existenciales". Estos pilares permiten comprender la raíz de muchos malestares y orientar el proceso de transformación interior.
1. La muerte (la certeza de nuestra finitud)
La muerte es el telón de fondo de toda la experiencia humana. Aunque la mayoría de las personas intenta evitar pensar en ella, su presencia (o su negación) condiciona muchas decisiones y emociones. Yalom señala que al aceptar la muerte como parte de la vida, podemos vivir de forma más plena. La psicoterapia existencial ayuda a enfrentar el miedo a la muerte no desde la resignación, sino desde la autenticidad: “Si sé que voy a morir, ¿cómo quiero vivir?”.
2. La libertad (la responsabilidad de elegir)
No somos marionetas de un destino fijo. Somos libres. Pero esa libertad también implica responsabilidad. La angustia surge cuando reconocemos que no hay una autoridad superior que nos diga qué hacer. Yalom habla aquí de la angustia de la libertad, de tener que elegir nuestro camino sin garantías. En terapia, ayudamos a la persona a reconciliarse con su capacidad de decidir y a asumir sus elecciones desde un lugar adulto, asumiendo la responsabilidad propia.
3. El aislamiento existencial (la soledad radical)
Aunque estemos rodeados de seres queridos, hay un nivel de soledad que no se puede eliminar: nadie puede vivir por nosotros, nadie puede morir por nosotros. Esta verdad puede producir desesperación, pero también puede ser una fuente de libertad. La psicoterapia existencial busca acompañar esa soledad, no eliminarla, y ayudar a construir vínculos auténticos sin perder la individualidad.
4. La falta de sentido (la necesidad de construir un propósito)
La vida, en sí misma, no tiene ningún sentido predeterminado. No hay un sentido que se nos dé, de forma inequívoca, más allá de las creencias religiosas, culturales e ideológicas que vayamos asumiendo a lo largo de la vida. Lo que esperan los padres, la sociedad, la comunidad y las creencias, lo que nos dicen que es "la buena vida" y cómo debemos vivir. No obstante, cuando esto, por algún motivo, entra en crisis, el vacío existencial se instala. Yalom propone que el sentido no se encuentra, se construye. Y que esta construcción puede ser profundamente liberadora. En terapia, invitamos a explorar qué da sentido a la vida de cada uno: relaciones, arte, servicio, espiritualidad, experiencia.
Una mirada integradora y compasiva
El tratamiento psicológico de la angustia existencial requiere una mirada amplia, humana, que combine profundidad filosófica con habilidades terapéuticas. A lo largo de los años, he visto cómo el simple hecho de abrir el espacio para hablar de la muerte cambia la vida de las personas. Ya no hay que correr, ni distraerse, ni fingir. Hay que mirar de frente, sentir, y encontrar una forma de estar en el mundo que sea propia, valiosa y libre.
Trabajar el miedo a la muerte no significa eliminarlo por completo. Significa aprender a vivir con él, sin que nos paralice. Significa recuperar el contacto con lo esencial, con lo que importa, con lo que trasciende. Y eso, paradójicamente, nos conecta con una sensación de paz profunda.
La angustia existencial y la ansiedad ante la muerte no son errores de la evolución, ni síntomas que debamos silenciar a toda costa. Son la expresión profunda de una consciencia que despierta, que busca comprender, que quiere vivir con autenticidad.
Desde nuestro modelo de psicoterapia integradora que incluye la psicoterapia existencial, y en especial desde el modelo de Irvin Yalom, encontramos una guía poderosa para acompañar a quienes atraviesan este tipo de sufrimiento. No ofrecemos certezas, pero sí una presencia lúcida, una escucha sin juicio, y un acompañamiento en el camino hacia una vida con sentido.
Si estás atravesando una crisis de sentido o un miedo intenso a la muerte, te aseguro no estás solo/a. Puedes buscar ayuda. Hablar de esto puede ayudarte a transformar tu vida. Un buen terapeuta es consciente de sus limitaciones, y, aunque el psicólogo no puede curar la muerte, sí puede ayudar a curar el miedo a vivir. Si te interesa nuestro modelo de terapia para la angustia existencial, puedes escribirnos.
Autor: Psicólogo José Álvarez