Trastorno de Evitación Experiencial

Imagínate que tu vida es un jardín. En ese jardín florecen tus sueños, tus relaciones, tus propósitos. Pero también, de vez en cuando, surgen tormentas: emociones incómodas, recuerdos dolorosos, pensamientos que juzgan. Si cada vez que aparece una nube gris decides tapar el jardín, cerrar el invernadero, nunca disfrutarás del sol, y el jardín lentamente se empobrecerá. Esa metáfora ayuda a entender qué es la evitación experiencial: un intento constante de cerrar o evitar lo interno, aunque ese intento termine marchitando lo que más importa.

La terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) propone que uno de los grandes errores humanos es creer que el sufrimiento interno puede eliminarse por completo. En lugar de eso, ACT plantea entrenarnos para abrirnos a la experiencia, dejar de huir, y elegir cómo responder de forma valiosa. En ese sentido, el llamado trastorno de evitación experiencial (TEE) representa un patrón rígido y dominante de huida hacia dentro: se intenta evitar lo que duele, lo que incomoda, pero al hacerlo se termina traicionando la vida que uno desea vivir.

En Ícaro Psicología se aborda directamente este tema: en el artículo dedicado a “Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT)” aparece el concepto de evitación experiencial como una pieza central en su enfoque terapéutico. (icaropsicologia.com) Además, en otros artículos, como aquel sobre cómo ACT ayuda a “aprender a soltar” (icaropsicologia.com), o aquel que relaciona ACT con el miedo a la incertidumbre (icaropsicologia.com), se pueden encontrar recursos e ideas con las que enriquecer la discusión teórica en este artículo.

La evitación experiencial: más allá de “negatividad” o “resistencia”

Todos —absolutamente todos— en algún momento intentamos evitar sentir dolor, temor o vergüenza. No es algo patológico en sí mismo. La clave está en cuándo, cómo y cuánto esa evitación domina nuestra vida. Cuando evita tanto que restringe tus acciones, condiciona tus relaciones, o te impide moverte hacia lo que valoras, entonces estamos en territorio del TEE.

En lugar de ver pensamientos negativos como enemigos a derrotar, ACT propone mirarlos como “nubes pasajeras” o “huéspedes inoportunos”. Una metáfora poderosa es la de las hojas flotando en un río: cada pensamiento o emoción aparece, flota unos instantes y sigue su curso. Cuando intentas agarrar la hoja o detenerla, la corriente te arrastra más. Pero si solo permites que pase —mirándola sin intervenir— descubres que no tienes que reaccionar siempre.

Otra metáfora clásica es el autobús y sus pasajeros: tú eres el conductor. Los pasajeros son tus emociones, tus pensamientos, tus recuerdos. Algunos son agradables, otros molestos, pero tú sigues teniendo el volante. No necesitas expulsarlos para avanzar; solo aprender a conducir con ellos presentes.

Rigidez psicológica frente a flexibilidad

El TEE se asienta sobre una base de rigidez: rígida forma de relacionarse con el mundo interno y externo. Esa rigidez puede manifestarse como control excesivo (tratar de regular cada emoción, pensamiento o impulso) o como huida (evitar, distraerse, negar). En cambio, la meta de ACT es cultivar la flexibilidad psicológica. Esta capacidad no significa nunca sentir dolor, sino responder con presencia y coherencia aunque lo sientas.

En el artículo de Ícaro dedicado al Hexaflex de la ACT se explica cómo esa flexibilidad psicológica se organiza en seis procesos interrelacionados, y cómo cada uno combate una forma específica de rigidez. (icaropsicologia.com)

Metáforas ampliadas para sentir lo que teorizar resulta árido

La arena movediza: imagina que estás atrapado en un pantano o en arena movediza. Cuanto más luchas, más te hundes. Cuanto más resistes tus emociones, más poder les das. La salida no es luchar más fuerte, sino aprender a “flotar”.

El monstruo en la puerta: lo que valoras está más allá de una puerta custodiada por tus miedos. Puedes quedarte paralizado afuera, sin acercarte, por temor al monstruo. O puedes aprender a abrir la puerta mientras el monstruo está allí, entrar de todos modos, y avanzar hacia lo que importa.

Las olas del mar: las emociones pueden verse como olas de mar. Si intentas detener la ola o nadar contra ella, te cansa y te gana. En cambio, puedes surfear la ola o dejar que pase. Aprender a “surfear el malestar” es parte de la práctica de ACT.

Cómo entra en escena el trastorno de evitación experiencial

Cuando la evitación experiencial se vuelve dominante, ocurren varias dinámicas perjudiciales:

  • Pérdida de contacto con valores.
  • Dependencia de estrategias rígidas.
  • Aumento del sufrimiento psicológico.
  • Empobrecimiento vital.

En el sitio de Ícaro Psicología, existe un artículo concreto que aborda la ansiedad social desde la perspectiva de ACT, donde se describe esa tensión entre control y evitación, y cómo ACT introduce otra forma de relación con la ansiedad. (icaropsicologia.com)

Los procesos del Hexaflex contra el TEE

Aceptación

Aceptar no es rendirse ni resignarse: significa abrir espacio al dolor, al miedo, al malestar, sin gastar más energía en pelear contra ellos.

Defusión cognitiva

Distanciarse de los pensamientos —verlos como eventos mentales— en lugar de identificarse con ellos. Esta idea se vincula con el concepto de metaconsciencia, tratado en Ícaro en un artículo sobre cómo observar nuestros pensamientos. (icaropsicologia.com)

Yo como contexto

No somos solo el contenido mental, sino la conciencia que observa esos contenidos. Metáfora: eres el cielo, y tus pensamientos son nubes.

Contacto con el momento presente

Muchas veces el sufrimiento surge de vivir en el pasado o en el futuro. ACT nos invita a anclarnos en el aquí y ahora.

Clarificación de valores

Frente a la evitación, los valores son el faro que orienta la acción. En el artículo de Ícaro “ACT: claves para aprender a soltar” se trabaja este punto. (icaropsicologia.com)

Acción comprometida

El motor del cambio: moverse hacia lo que importa, aunque aparezca miedo, inseguridad o duda.

Desesperanza creativa: el punto de inflexión

Antes de que ocurra un cambio profundo, muchas personas experimentan lo que en ACT se llama “desesperanza creativa”: reconocer que las estrategias antiguas (control, evitación) no funcionan. Ese reconocimiento, doloroso pero lúcido, abre la puerta a nuevas alternativas.

Un caso ilustrativo

En el artículo de Ícaro “¿Y si dejar de luchar con tu miedo a la sangre fuera la clave para superarlo?” se relata el caso de un hombre con fobia severa al ver sangre. (icaropsicologia.com)

Ejercicios prácticos

1. Observa las nubes: imagina que tus pensamientos o emociones son nubes que pasan.

2. Diálogo de defusión: añade “estoy teniendo el pensamiento de que…” a tus frases mentales.

3. Respiración consciente: centra tu atención en tres minutos de respiración.

4. Mapear valores: escribe tus valores y planifica acciones pequeñas coherentes con ellos.

5. Mini exposición comprometida: da un pequeño paso hacia algo que has estado evitando.

Evidencias y reflexiones finales

La investigación muestra que la evitación experiencial predice síntomas de ansiedad y depresión, mientras que la flexibilidad psicológica se asocia a mayor bienestar. ACT no promete eliminar el dolor, sino ampliar la vida pese a él. Como se destaca en Ícaro Psicología, ACT nos invita a soltar la lucha, aceptar lo que sentimos y comprometernos con lo que realmente importa. (icaropsicologia.com)

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