
El miedo a las infecciones de transmisión sexual (ITS) o enfermedades de transmisión sexual (ETS) es un fenómeno mucho más común de lo que solemos pensar. Este temor puede ir desde una prudente preocupación por la salud hasta convertirse en una auténtica fuente de ansiedad paralizante. En algunos casos, el miedo llega a tal punto que la persona evita hacerse análisis médicos, atrapándose en un círculo de angustia, pensamientos catastróficos y evasión que refuerzan la fobia.
Leer más: Miedo a las ITS y ETS: cómo superar la evitación a los análisis

Introducción: cuando el miedo cierra la puerta
Imagina que cada vez que intentas salir de casa, tu corazón se acelera, tus piernas tiemblan y una oleada de pánico te paraliza. No estás en peligro real, pero tu cuerpo actúa como si lo estuvieras. La calle, el supermercado o el transporte público se convierten en escenarios amenazantes. No se trata de una simple timidez o de ansiedad pasajera: hablamos de agorafobia.
Leer más: Volver a salir: el tratamiento de un caso de agorafobia

¿Has notado alguna vez cómo las ideas más creativas te vienen en momentos de relajación, cuando dejas de esforzarte por controlar lo que piensas? ¿O cómo, en una simple caminata, surgen reflexiones profundas sobre tu vida?
Lejos de ser distracciones inútiles, estos procesos espontáneos cumplen funciones esenciales en nuestra mente.
Leer más: El pensamiento espontáneo: la aportación del modelo de Kalina Christoff

En un mundo que va a toda prisa, donde el estrés parece una constante y la ansiedad una sombra que se cuela sin permiso, el cuerpo se convierte en un mensajero que rara vez escuchamos. Pero hay una herramienta sencilla, poderosa y respaldada por la ciencia que nos permite reconectar con nosotros mismos: la coherencia cardíaca.
Lejos de ser una moda pasajera, la coherencia cardíaca se ha consolidado como una práctica con múltiples beneficios fisiológicos y psicológicos. Es una puerta de entrada a un estado de equilibrio interior donde el corazón, el cerebro y el cuerpo comienzan a hablar el mismo idioma.
Leer más: Qué es la coherencia cardíaca y cómo mejora tu bienestar

En los últimos años, el desarrollo de la inteligencia artificial (IA) ha dejado de ser ciencia ficción para convertirse en una realidad omnipresente. Desde asistentes virtuales y diagnósticos médicos automatizados, hasta programas que escriben textos, generan imágenes y toman decisiones complejas, la IA está transformando nuestra forma de trabajar, comunicarnos y vivir. Pero este avance, tan fascinante como vertiginoso, también despierta inquietudes. Y no es casual que muchas personas empiecen a sentir una especie de ansiedad difusa, difícil de nombrar, pero muy presente: el miedo a un futuro incierto, al reemplazo, a la pérdida de control o a no estar a la altura.
Leer más: Cuando la inteligencia artificial da vértigo: ansiedad ante el futuro

¿Alguna vez has sentido que dedicarte tiempo es un lujo que no puedes permitirte? ¿Te has culpado por decir “no” o por poner tus necesidades por delante de las de otros? Si es así, no estás solo. Muchas personas, especialmente aquellas con un fuerte sentido de responsabilidad o con estilos de apego orientados al cuidado de los demás, se sienten egoístas al practicar el autocuidado. Sin embargo, cuidar de uno mismo no es egoísmo, sino una forma profunda de responsabilidad emocional.
Leer más: Cuidar de ti sin sentirte egoísta: claves del autocuidado consciente

Estás ahí para todos. Siempre dispuesta, siempre capaz. Te haces cargo, sostienes, resuelves, apoyas. Aunque por dentro te sientas al límite, aunque nadie te pregunte cómo estás. Has aprendido que ser fuerte es lo que se espera de ti. Pero, ¿a qué precio?
Este artículo no es sobre una enfermedad reconocida en los manuales diagnósticos. Es sobre un fenómeno real y frecuente: el síndrome de la mujer fuerte. Un patrón invisible, silencioso, profundamente arraigado en los mandatos culturales y emocionales que muchas mujeres arrastran desde generaciones atrás. Y sí, puede pasarte factura.
Leer más: Síndrome de la mujer fuerte: cuando cuidar a todos te pasa factura

Estás en tu puesto de trabajo, alguien te felicita por un informe excelente, por una presentación que ha impactado al equipo, por un logro que ha hecho avanzar a tu departamento. Sonríes, das las gracias, pero por dentro algo se remueve: “No fue para tanto”, “He tenido suerte”, “Si supieran lo poco que sé…”.
Este fenómeno no es tan extraño como crees. Se llama síndrome del impostor, y aunque no figura como un trastorno en los manuales diagnósticos, afecta de forma silenciosa a miles de personas cada día. Personas brillantes, trabajadoras, comprometidas… que no consiguen sentir que están a la altura de las expectativas, ni siquiera de las suyas propias.
Leer más: Cómo evitar el síndrome del impostor en tu trabajo

Una infidelidad es una experiencia dolorosa que sacude la confianza, la seguridad emocional y el proyecto de vida compartido en una pareja. Cuando ocurre, surgen preguntas cargadas de angustia: ¿Se puede superar algo así? ¿Es posible volver a confiar? ¿Vale la pena intentarlo? La respuesta no es sencilla ni universal, pero la buena noticia es que, con voluntad, esfuerzo y, sobre todo, ayuda profesional adecuada, muchas parejas logran reconstruir su relación e incluso fortalecerla tras una crisis tan profunda.

La palabra crisis suele generar temor, angustia o incertidumbre, especialmente cuando se refiere a nuestra relación de pareja. De pronto, aquello que parecía estable y seguro, comienza a tambalearse bajo nuestros pies, y nos encontramos frente a discusiones constantes, silencios incómodos o una creciente sensación de distanciamiento emocional. Sin embargo, aunque pueda sonar extraño, una crisis de pareja también es una oportunidad única para crecer y fortalecer nuestro vínculo amoroso. Veamos cómo podemos transformar este desafío en una poderosa oportunidad para mejorar nuestra relación.
Leer más: Crisis de pareja: oportunidad para mejorar mi relación

¿Alguna vez has sentido que pierdes el control emocional sin saber por qué? ¿O que te desconectas y no puedes reaccionar ante situaciones importantes? La psicóloga Pat Ogden, fundadora del enfoque Sensorimotor Psychotherapy, propone un concepto clave para entender cómo funciona nuestro sistema nervioso en momentos de estrés emocional: la ventana de tolerancia.
Este modelo no solo explica cómo respondemos a las experiencias difíciles, sino que también ofrece una guía para trabajar en terapia la autorregulación emocional y el trauma. A continuación, te explicamos en qué consiste, cómo se expresa en la vida cotidiana y cómo puede ayudarte en tu proceso terapéutico.
Leer más: La Ventana de Tolerancia de Pat Ogden: comprender y regular nuestras emociones en terapia

Hay emociones que nos habitan con suavidad, como una brisa. Y otras que nos sacuden como tormentas. Cuando estas últimas aparecen demasiado a menudo, demasiado intensas o fuera de contexto, puede que estemos ante un fenómeno que merece ser comprendido con cariño y profundidad: la desregulación emocional.
Más allá de la etiqueta, la desregulación emocional es el reflejo de un sistema nervioso desbordado, que no ha aprendido (o no ha podido aprender) a sostener lo que siente. No se trata de debilidad ni de falta de voluntad. Se trata, en la mayoría de los casos, de heridas emocionales no atendidas y de aprendizajes de supervivencia que, en su día, tuvieron sentido, pero hoy se han vuelto insoportables.
Leer más: Qué es la desregulación emocional y cómo se trabaja en terapia

¿Alguna vez has dicho que sí cuando en realidad querías decir que no? ¿Te has sentido agotado tras pasar tiempo con alguien porque no pudiste marcar un límite claro? ¿O te has sentido culpable después de priorizarte a ti mismo? Si te sientes identificado, no estás solo. Aprender a poner límites es una de las habilidades más importantes para nuestro bienestar emocional y una de las más difíciles de desarrollar sin sentirnos culpables. En este artículo exploramos por qué ocurre esto, cómo identificar tus dificultades, qué impacto tiene en tu vida y cómo aprender a poner límites sin cargar con el peso de la culpa.
Leer más: Cómo aprender a poner límites sin sentirte culpable

La Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT, por sus siglas en inglés) es una psicoterapia de tercera generación que ha ganado cada vez más relevancia por su enfoque innovador: no busca eliminar el malestar psicológico, sino ayudar a las personas a vivir una vida valiosa a pesar del dolor. En lugar de luchar contra los pensamientos o emociones difíciles, ACT propone una forma radicalmente distinta: aprender a relacionarnos de otra manera con nuestra experiencia interna.
Este modelo terapéutico se apoya en un concepto central: la flexibilidad psicológica, que es la capacidad de estar en contacto con el momento presente, con apertura, y actuar en dirección a lo que realmente importa. La persona flexible psicológicamente no es quien tiene menos dolor, sino quien es más libre para elegir cómo responder a él.
Leer más: El Hexaflex de la ACT: Seis caminos hacia la flexibilidad psicológica

El miedo al compromiso es una de esas paradojas emocionales que nos dejan perplejos: anhelamos una relación profunda, pero cuando aparece, algo dentro de nosotros se tensa, se resiste o incluso huye. Nos vemos atrapados entre el deseo de amar y el impulso de escapar. ¿Por qué ocurre esto?
Lejos de ser un “defecto de carácter”, el miedo al compromiso suele ser una estrategia inconsciente de protección emocional, forjada por experiencias pasadas, aprendizajes afectivos y temores profundos. Comprender este miedo, mirarlo sin juicio y afrontarlo con compasión puede abrirnos la puerta a relaciones más sanas, auténticas y libres.

¿Qué es el EMDR y por qué funciona?
La terapia EMDR (Desensibilización y Reprocesamiento por Movimiento Ocular) es un enfoque psicoterapéutico reconocido internacionalmente por su eficacia en el tratamiento del trauma psicológico. Desde que Francine Shapiro lo desarrolló en los años 80, su aplicación se ha extendido a una amplia variedad de trastornos, especialmente los relacionados con el trauma, la ansiedad y las experiencias emocionales intensas no resueltas.

Imagina por un momento que te piden sentarte en una habitación tranquila, sin teléfono, sin música, sin libros, sin nada. Solo tú y tus pensamientos. ¿Cuánto tiempo aguantarías antes de sentirte incómodo, aburrido o inquieto? ¿Serías capaz de disfrutar ese tiempo o buscarías una forma de escapar de ti mismo?
Leer más: ¿Por qué nos cuesta tanto estar a solas con nuestros pensamientos?

Hay momentos en los que el ser humano se detiene a mirar de frente su propia existencia. A veces es una enfermedad, una pérdida, una crisis vital o simplemente una noche en vela. En ese instante, se abre una brecha silenciosa que da paso a preguntas profundas: ¿para qué todo esto? ¿Qué sentido tiene vivir si un día vamos a morir? ¿Estoy viviendo plenamente? Estas preguntas no son patológicas. Son humanas. Y cuando emergen con fuerza, pueden dar lugar a lo que conocemos como angustia existencial. Tomar conciencia de la finitud suele llevarnos a un despertar de la conciencia y, también, a sentir ansiedad. En este artículo vamos a hablar de qué hacemos en terapia para abordar la angustia existencial.

¿Por qué sentimos miedo antes de saber qué lo provoca? ¿Cómo es posible que nuestro corazón se acelere o que nuestros músculos se tensen sin que hayamos tenido tiempo de pensar? Estas preguntas, aparentemente simples, esconden un complejo funcionamiento cerebral que el neurocientífico Joseph LeDoux ha estudiado durante décadas.

Hay una escena que se repite con frecuencia en muchas personas que viven con ansiedad: estás haciendo tu vida cotidiana —conduciendo, trabajando, viendo una serie o incluso intentando dormir— y, de pronto, sin aviso, un pensamiento aparece en tu mente como un visitante inesperado y molesto. Puede ser algo absurdo, aterrador o simplemente incómodo. No lo has buscado, no tiene sentido, no encaja contigo… pero ahí está. Y, cuanto más intentas no pensarlo, más se aferra.
Leer más: Qué son los pensamientos intrusivos en la ansiedad